Crean órganos fantasmas para trasplante, el milagro médico

La descelularización es un proceso químico que conserva el tejido conectivo de un órgano, para luego ser llenado con las células del paciente que recibe el trasplante.

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Corazón fantasma

Vulgarmente se lo conoce como "órgano fantasma", por su aspecto pálido casi transparente. Podríamos decir también que se trata de un órgano genérico, que carece de células que lo identifiquen con algún organismo.

¿Qué tiene de ventajoso un órgano fantasma? Al haber sido descelularizado, puede ser trasplantado sin correr el riesgo de que el tejido sea rechazado por el cuerpo que lo recibe.

Este milagro de la medicina viene siendo utilizado, fundamentalmente, en pacientes que requieren trasplante de corazón. Así es como este "corazón fantasma" es sembrado con las células del paciente que lo recibirá, asegurando así la aceptación del órgano en el nuevo organismo.

La descelularización es una práctica que viene ensayándose sobre órganos de animales a los cuales, una vez eliminadas sus células se los repuebla con células humanas. El objetivo es determinar si las células humanas implantadas se adaptan y cumplen su función.

Doris Taylor, investigadora estadounidense, viene realizando diferentes experimentos en torno a la idea de generar un órgano fantasma. Algunas pruebas de descelularización fueron realizadas sobre corazones de ratones. Según Taylor el proceso puede aplicarse a cualquier órgano que reciba torrente sanguíneo.

Por su parte, la bioimpresión también ha permitido confeccionar órganos para ser analizada su aceptación y desempeño. El método es similar al de una impresora común, con la diferencia de que imprime capas de células con las que se pueden confeccionar órganos. El equipo del doctor Atala ha confeccionado un riñón dotado de la capacidad de procesar fármacos.

La principal limitante de un trasplante de órganos es las respuesta inmune del organismo receptor. La descelularización se esgrime como la alternativa que puede eliminar esta limitante.

Cuando se recelulariza con células propias del paciente se elimina la reacción adversa del organismo. El proceso consiste en tomar el tejido de un donante o cadáver, lisar y matar a las células dentro del tejido sin dañar a los componentes extracelulares y concluir con un producto que es el andamio ECM natural que tiene las mismas funciones físicas y bioquímicas del tejido natural. ​

Francisco Fernández-Avilés, jefe del Laboratorio de Investigación Traslacional en Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid asegura que “no es ciencia ficción”, al tiempo que sostiene en sus manos un corazón fantasma. Según Fernández -Avilés:

en un futuro no muy lejano los pacientes recurrirán a bancos de carcasas. En pocas semanas tendrán un corazón nuevo a su disposición, hecho con sus propias células, para sustituir al enfermo.