El periodismo equidistante: complicidad con los poderes y fake news

Spanish Revolution es un medio de España “basado en el activismo social” que compartió un breve video de Olga Rodríguez sobre el rol de los medios en la democracia. Discusión siempre vigente.

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Periodismo equidistante

Periodista y escritora española especializada en política internacional, Oriente Medio y derechos humanos, Olga Rodríguez es co-fundadora de eldiario.es

Días atrás vimos circular, en diferentes redes sociales, un video difundido por Spanish Revolution en el que Olga Rodríguez reflexionaba en torno a cómo los medios de comunicación han puesto en valor la idea de un periodismo equidistante, algo así como un remake del antiguo pilar de la objetividad, ambas ideas dañinas para la profesión.

En este video, Rodríguez ilustra sobre el funcionamiento de ciertas redacciones de medios españoles en las cuales la línea editorial incluye (o mejor, ordena) atacar al frente político Unidas Podemos y cómo, en ciertos casos, fueron despedidos periodistas por no acatar ese mandato.

La Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid pone el acento en que 

Una sociedad mal informada, es una sociedad fácilmente manipulable. El periodismo, demasiado a menudo, está al servicio del poder encubierto en una falsa objetividad. Y actúa mediante acuerdos con el poder.

Olga Rodríguez, quien además es Especialista Universitario en Contenciosos de Oriente Próximo, indica que existe una complicidad de los medios de comunicación con los poderes de turno. La no toma de partido que se proponen las redacciones al informar es lo que definen como periodismo equidistante. Un periodismo que las más de las veces se sustenta en la difusión de noticias falsas. Una objetividad de nuevo cuño, que viene a legitimar el discurso dominante. Pues la neutralidad no es más que el discurso del poder, con otras vestiduras.

Para argumentar su postura, Rodríguez se vale de la frase del periodista, ensayista y poeta polaco Ryszard Kapuscinski quien señalaba que

El deber de un periodista es informar, informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro. 

Y propone que, cuando veamos un periodista en la tele nos preguntemos si con su discurso: ¿está fomentando el odio o la arrogancia? ¿está ayudando a la humanidad o todo lo contrario?

Frente a este accionar de los medios, Olga Rodríguez propone que la “presión ciudadana” es la principal armar para concientizar, divulgar y difundir el accionar de los medios y su falta de pluralidad de voces y puntos de vista.

La presión es “una puerta de esperanza” en ella “hay una luz”, según Rodríguez.

La presión ciudadana es algo fundamental, estar bien informado es una militancia porque exige mucho tiempo y mucho esfuerzo. Y como ciudadanos tenemos que exigirles a los medios de comunicación y a los periodistas información de calidad. Y castigar a los medios y periodistas que nos están vendiendo propaganda, o basura o que están tergiversando de forma cotidiana la información o haciendo periodismo equidistante. Forzarlos.

En periodismo se dice que son cinco las preguntas esenciales: qué, cuándo, dónde, cómo y quién. Pero para Olga Rodríguez existe una pregunta más, que no nos hacemos a menudo y que “va a la raíz de las cosas”: el por qué.

El por qué (y la contextualización) es lo que convierte al periodismo en una cosa de adultos. Y la única forma de explicar el por qué, es mediante periodistas absoluta y enteramente comprometidos con la cobertura de un asunto determinado.

Hoy, las dinámicas que se imponen en las redacciones de los medios impiden la búsqueda de ese por qué.

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